Redacción. Valencia
El consejero de Sanidad, Luis Rosado, ha garantizado que el cambio de modelo sanitario no supondrá la pérdida de ningún puesto de trabajo, con independencia de que sea fijo o interino, y ha explicado que con carácter "voluntario" el personal podrá pasar a depender de las empresas privadas. Rosado ha comparecido en la Comisión de Sanidad y Consumo de Las Cortes Valencianas para explicar el nuevo modelo sanitario que intensificará la colaboración público-privada, que está previsto entre en vigor en enero de 2013 para ahorrar unos 443 millones de euros al año. "Cada persona tiene un precio", ha afirmado el consejero, quien ha argumentado que no puede "obligar a nadie" a quedarse en su puesto de trabajo si desde la empresa concesionaria se le hace, por ejemplo, una oferta para dirigir un centro de salud "de los que se van a establecer con la nueva operadora".
El consejero Luis Rosado, en las Cortes.
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Con el nuevo modelo, los profesionales siguen perteneciendo a la Agencia Valenciana de Salud y no cambian su estatus laboral, pero "pueden aumentar sus retribuciones" a través de un "modelo de incentivación", que también se podría utilizar en la prescripción de medicamentos. En este sentido, ha abogado por "imitar" el modelo que está utilizando la industria farmacéutica, que incentiva "a la mayoría" de los médicos "para que tomen decisiones en relación con los medicamentos que recetan". Rosado ha defendido el nuevo modelo, que supone la agrupación dentro de cada departamento de salud de los servicios que ya están externalizados para adjudicarlos a entes gestores, y que asegura que "no va a haber déficit en los próximos quince años" en todo aquello que se transfiera a operadores privados.
Ha insistido en que esta forma de gestión no tiene "nada" que ver con el que se está aplicando en hospitales como el de Alzira, porque no afecta a la asistencia sanitaria. "No es un modelo privatizador", ha sostenido el conseller, quien ha defendido que actualmente, la colaboración público-privada hay que plantearla "de forma diferente a épocas anteriores" para garantizar "la sostenibilidad" de sistema sanitario y la prestación pública del mismo, algo que a su juicio se logra con esta fórmula.
El consejero ha indicado que si hasta ahora "el negocio" para los operadores externos "se basaba en el incremento del consumo sanitario", lo que generaba un aumento del gasto sanitario, el objetivo actual es que el beneficio se obtenga mejorando la eficiencia del sistema sanitario público. Así, se apostará por "equipos directivos mixtos que garantizan la calidad de la prestación sanitaria a través del sector público, y la mejora de la eficiencia a través del sector privado", ha afirmado para defender que cuanto más profesionalizados estén los gestores, "más cercanos estarán al sistema empresarial".
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